Confieso que soy una fan acérrima de las manualidades y como tal sacaba muy buenas calificaciones en el colegio.
Desde pequeña tuve esta linda y divertida curiosidad por mi mamá a quién le encantaba bordar y hacer bordes a las telas convirtiéndolas en manteles.
Claro, nunca hizo un bolso pero tenía el arte y yo a diferencia de ella siempre me he ido más allá de lo que comúnmente hacía.
La idea de este bolsito la saqué del pinterest pero las asas tuve que hacerlas a mi modo y aquella cinta que luce como correa la saqué de una blusa que me hice, al menos me queda la foto con la prenda puesta.
Mi indecision fué: ¿que parte de mi pantalón viejo quería lucir?
Definitivamente aquella que hace dar la idea de un pantalón con los bolsillos a los lados y el cierre delante.
Recordé la última vez que fuí a gamarra buscando un bolsito de jean y no encontré nada y si había algo no me gustaba mucho o por último no era mi estilo. Soy de la idea que quién luce algo hecho por uno mismo describe a la persona detrás de él, al igual que cuando uno escribe, pinta o dibuja.
No niego que me hubiese gustado usar una tela nueva pero bajo las circunstancias no tenía otra opción y me lancé en hacerlo.
Incluso este bolso es el único al que le puse cierre y la verdad es la primera vez que le pongo cierre a algo, me hizo sudar pero al final lo logré.
Tiene un bolsillo coqueto detrás como para poner unas monedas para cuando suba al bus y para que el bolso no se deforme le puse un forro de una tela vieja.
No puedo lamentar mi habilidad en cualquier manualidad o al menos en las que llaman mi atención porque sé que me quedan lindas.
No dudo que si hubiese tenido una hija hubiese sido una ARTISTA.
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