¿Que tan fuerte es una amistad?
Podría decir que depende en si de varios aspectos pero en conclusión vendría a ser el cariño hacia otra persona, el entender aspectos de su vida, secretos y demás.
Confieso que soy bastante desconfiada y siempre lo he sido por lo que abrirme a otra persona es súper difícil.
De todos modos e intentado ser lo más franca posible pero no entrando en detalles muy personales.
Me gusta tratar de entender a la otra persona y sentir que quiera desahogarse bajo cualquier pretexto.
Soy de las personas que le gusta oír las experiencias ajenas y llenar mi mente de información ajena a la vez que voy conociendo a quien me lo va contando.
En ocasiones he sentido que la "fuerte" siempre he sido yo pues todas mis amigas siempre me han dicho que veo todo con mucho optimismo y hasta diera la impresión que no tengo problemas.
¡Ja! Si supieran, ahorita nada más estoy viendo cómo hacer mi carta de renuncia de la religión y ya se me presentaron 3 problemas más.
Siempre me ocurre esto de la multiplicación cuando me salgo de algo malo.
Lo único que si pienso en este instante es el asombro que se llevarán mis amigas cuando se enteren de que ya no seré testigo...
Y obviamente me siento rara de pensar que ya no me hablarán y viceversa.
Sé y estoy conciente que todo ello me producirá dolor pero hasta donde me da la inteligencia que tengo he ideado un plan que pueda sacar a mis amigas del mal sueño que están viviendo y solo tendré una oportunidad para hacerlo.
Evocar los momentos que pasamos tantas veces juntas: los desayunos, almuerzos, cenas e incluso llanto y preocupación personal por parte de algunas de ellas.
Los vídeos que les grabé a escondidas, la risa que siempre generé con mis ocurrencias no se me han olvidado y no creo que pueda olvidarlo tampoco.
Todo lo que siento en verdad me da rabia pero no necesariamente impotencia porque lo que si sé es que si Dios me sigue dando vida haré algo de lo que la organización Watchtower se acordará de mi y arrepentirán de haberme tenido como uno de sus adeptos.
Lo juro por el Dios que para mí ahora no tiene un nombre.
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