Me considero fan acérrima del pan ciabatta y es que a decir verdad es súper rico sobretodo cuando está calientito y crocante.
Esta última semana que pasó he estado consumiendo de esta delicia y la verdad me ha crecido un poco la barriga pero: ¿Porque?
Pues porque consumo 2 panes en el desayuno y otros 2 en el lonche por lo que sacando cuentas prácticamente un pan ciabatta equivale más o menos a 2 panes francés por lo que en conclusión ingiero casi-casi 8 panes.
Parezco un poco exagerada pero no, ya que por acá los panes ciabatta son bastante grandecitos y crocantitos.
Con mermelada, jamonada, jamón del país y mantequilla es simplemente delicioso y hasta incluso los he llegado a comer sin relleno alguno.
Yo ya había optado por comer 4 panes francés todos los días pero el ciabatta me ha embrujado (por decirlo de algún modo) pero ahora estoy optando por comer un pan y medio lo que en números significaría más o menos 6 panes diarios.
Sinceramente he notado solo hoy que está dando resultado y espero que mañana el resultado esté mejor que el de hoy para así quedarme en pan y medio porque de otro modo y con mucha pena tendría que consumir solo 2 panes al día y la verdad yo no quiero privarme de nada.
¿Cómo es no?
La tentación de ver algo que a uno le gusta y estar allí al pendiente para ¡Zas! dar rienda suelta a ciertos apetitos que no hacen más que reírse a carcajadas cuando uno cae ante semejante pecado pero ¿Vale la pena o no vale la pena? Pues la verdad no, porque los centímetros que se añaden como consecuencia de semejante delito no permiten lucir las prendas de ropa como es debido y entonces hay culpa de por medio y no existe plegaria que justifique lo grave del asunto sino tomar acción y coger al toro por las astas (hacer algo para remediar el asunto) y de esa forma lograr sentirse mejor sin mucho remordimiento pero recordando que comer en exceso no significa estar alimentándose bien sino más bien equilibrar la alimentación para al menos vivir un poquito más y mejor.
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