Ayer 22 de junio de 2021 tuve una cita virtual con algunas de mis lindas amigas vía zoom.
¿Porque pongo la fecha?
Porque quiero que quede un registro de lo que sucedió específicamente ayer y además porque considero que esto puede quedar como una experiencia clara de lo que uno puede llegar a hacer en pleno sismo y el impacto que genera en las personas involucradas.
Eran las 8:00 pm y una de mis amigas no pudo colocar el enlace por lo que tuve que hacerlo yo a la brevedad y dado que la hora ya estaba encima de nosotras empezaron poco a poco a conectarse.
Sinceramente soy de las personas a las que le molesta tremendamente que cuando se conectan no enciendan el vídeo pues considero que es una falta de respeto.
El zoom es una aplicación que ayuda a las personas a conectarse aunque no estén cerca y por ejm. bajo este aspecto me gusta ver los movimientos en las personas involucradas.
En la realidad es igual, pues para mí es muy importante ver tanto los gestos como el movimiento que se haga con el cuerpo a la hora de hablar.
Retomando nuevamente la idea del zoom y una vez conectadas todas, fuimos contando una a una nuestras anécdotas así como la idea mía de emprender y en dónde sin duda no hay marcha atrás.
Llegada las 9:54 pm un temblor aparentemente leve hizo su aparición ¿Porque digo aparición? Pues porque literalmente se vió el efecto de sus estragos moviéndose todo alrededor y aunque conectada no estaba segura si apagar la laptop pues aún mis amigas se mantenían allí.
Una de ellas que se encuentra en Arequipa veía como se movia todo y a nosotras también por lo que después de unos segundos me mantuve en el lugar.
Clarito puedo recordar ese sacudón extraño que no había visto ni sentido antes y por un momento recordé cuando mi mamá me contaba la vez que hubo un sismo fuerte en lima, en donde mi mamá conmigo aún en brazos salió hacia la puerta y según ella me contaba, los vidrios caían de aquel edificio.
Puedo decir hoy de manera sincera que los sismos siempre me han llamado tremendamente la atención, pues provocan las más extrañas reacciones en el ser humano quien ante semejante fuerza de la naturaleza no puede ejercer ningún control.
Un ejm. claro lo ví en mi mamá cuando una noche en pleno temblor salió despavorida rumbo a la puerta de la calle.
Debo aclarar que antes vivía en un segundo piso en un edificio y una vez culminado el movimiento telúrico mi mamá más valiente que nunca me resondraba por haberme mantenido aún en cama sin haber hecho un solo intento por salir igual que ella.
Yo solo le dije:
-¿Te has dado cuenta como has salido a la puerta?
Si, mi mamá solo traía un polo blanco sin sostén que le cubría algo de muslo y su ropa interior blanca y si a eso debo añadir que varios inquilinos bajaban en aquel momento muy cerca a ella pues vaya que si fué valiente para dejarse ver las carnes.
De ahí mi mamá no me respondió y se dió cuenta que actuó por mero impulso.
No voy a negar que tuve el impulso de llamar a mi papá pero menos mal que él tuvo el primer impulso de hacerlo y me tranquilizó saber que con sus 2 vacunas ya instaladas en su organismo y su preocupación por mi lograron que me mantuviera tranquila.
La despedida de mis amigas a las 10:30 pm sólo me dió la rotunda certeza de que no me equivoqué al elegirlas y por mi parte estoy segura que muy pronto habrá un sismo de emociones tan grande que superarán incluso la escala de Ritcher.
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