A pesar de que el invierno empezó oficialmente el 21 de junio estás breves líneas están dedicadas a esta época del año que a mí sinceramente no me parecen agradables.
¿Que es lo que no me gusta?
Pues esa tonalidad gris y apática sumada a la neblina que parece que de pronto de entre tanta niebla va a hacer su aparición una mano gigante con garras...¡jajaja!
Ya decían mis jefes que tengo mucha imaginación, igual los voy a extrañar.
Otra de las molestias gratuitas del invierno es que la ropa no seca después que las lavas y más aún cuando hay lluvias de por medio.
No voy a negar que uno se pone más ropa abrigadora con diseños bonitos y por ejm. yo soy amante de los abrigos y si son coloridos o de piel mucho más.
¡Oh perdón! Lo dicho anteriormente no significa que esté a favor de la matanza de alpacas, vicuñas y más, pero algún día me gustaría usar un abrigo de vicuña 😅
Otra de las cosas que me encantan son las botas hasta la rodilla y de tacón alto y también los guantes de lana con mucho color.
No es que la lluvia no me guste pero lo disfruto más si solo chispea y en todo caso una alternativa segura es un paraguas de algún color vivo.
Parece que toda esta confesión en contra del invierno se ha vuelto todo lo contrario, pero es que no lo puedo evitar y parece que en conclusión no tengo en realidad ningún problema con esta fría estación y que aunque parezca extraño también apetezca más un rico cafecito caliente o una taza de café con leche.
Claro que no voy a negar que me gustaría tener una casita de madera y en mi sala pueda acercarme a una linda chimenea cuando llegue esta linda estación.
¿Ven como es que pensar en positivo cambia totalmente la percepción que uno tiene de cosas que uno no acepta, como es el caso del invierno?
Si, pensar en positivo bajo cualquier circunstancia solo depende de uno mismo y no hay más vuelta que darle.
Por eso y a pesar de todo lo que pudiera estar ocurriendo a nuestro alrededor siempre es bueno verle el lado positivo y después de tanta meditación llegar a la conclusión que se puede variar lo malo (o lo que no nos guste) en bueno.
Creo que estoy escribiendo de pura felicidad después de oír mi voz por la radio y sinceramente me gustó mucho como salió y mi voz no se oyó nada mal sólo que sí un poco lejos pero me gustó.
Al menos hoy salió este lindo solcito para demostrarme que después de la tormenta llega la calma, si, siempre queda la alternativa segura de que si vez con los ojos de la fé y la esperanza sumada a una pizca de positivismo TODO puede ser POSIBLE.
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