Es interesante como el mundo de los sueños forma parte de nuestra otra vida, si, una vida durmiendo, en donde las imágenes rayan en lo inverosímil y fantástico, si, muy distinta a nuestra realidad y que a lo mejor deseamos incluso más que la que vivimos.
Claro que hay otras que son sueños premonitorios, de los cuales pienso escribir en otro momento ya que hoy sólo contaré uno de los sueños más completos que tuve y me llena de mucha alegría poder relatarlo ya que para mí fué muy emocionante.
Me encontraba en el 2do piso de mi dpto.en Lima y eran eso de las 5 pm.
Yo salía de mi habitación y mi Madre y Tía conversaban con alguien en la sala.
Lejos de saludarme aquellas 2 personas, varones por cierto, uno de ellos más joven y el otro regordete querían algo.
Buscaban a alguien y cuando el gordo me vió tuve una sensación extraña ¿Es que acaso yo tenía algo interesante a los 16 años?
Se acercó un poco y me turbé, mencionó algo que tenía que ver con "alguien más" y cumplir una orden explícita.
Hasta ese momento no podía entender cómo 2 extraños llegaron allí solo por mí.
El regordete miró a su amigo, el más joven y lo llamó por su nombre
José tenía cara de buena gente o al menos eso me pareció cuando le di un vistazo veloz, hasta me pareció que me tenía lástima o pena.
-Vamos José, ¿no me dirás qué te has enamorado de ella?
En ese momento entendí que me habían estado vigilando, pero ¿Desde cuándo? y ¿Porque?
Para que el tal José se sintiera atraído por mi lógicamente tenía que haber pasado un buen tiempo.
Durante esos minutos retrocedí pues estaba muy cerca a la ventana y al sentir la pared entendí que debía tomar acción.
El regordete sacó de pronto un cuchillo grande no se de dónde y me amenaza con ella, rápidamente puse mi 2 brazos en la ventana para sujetarme y sentarme al borde de ella.
Incluso pensé que fué buena idea poner cordeles en la ventana de un extremo a otro pues lo sgte. que hice fue sujetarme del mismo para quedar colgada, mi peso hizo que las ventanas se cerraran y yo pudiese bajar un poco más, después de eso salté.
Caí al jardín y miré hacia arriba y el gordo me miraba enfurecido, yo corrí hacia la sala y encontré a la Sra. Paccini y a su hija, mi tocaya Patty.
Les dije rápidamente que un loco quería matarme y dicho eso la Mamá se desmayó, Patty se acercó a ella y la auxilió, yo mientras tanto corrí por el pasadizo de aquella casa rumbo a la puerta.
Una vez fuera, corrí por la continuación de aquel pasadizo y mientras veía de frente la puerta de salida a la calle el gordo bajaba las escaleras amenazante con aquel filoso cuchillo.
(No me sorprendió para nada que en el sueño no gritara, ni pidiera ayuda, cosa que en la realidad tampoco hago, siempre me las he ingeniado para resolver mis asuntos sola)
Seguí corriendo y sentí el viento en mi rostro, crucé la pista e irónicamente ví a mi profesora de matemáticas, la profesora Martha Lau, fuí en su dirección y me preguntó que era lo que me pasaba, yo sin más le dije que el hombre que venía detrás me quería matar.
Yo la dejé sin esperar su respuesta y seguí corriendo, sólo oí que ella me dijo que vería lo que podía hacer, mientras yo seguí corriendo, volteé un instante y aquel salvaje hombre le clavó una puñalada y la mujer cayó.
No regresé para verla porque el hombre seguía con el cuchillo en la mano pero ahora estaba sangrante.
(Mientras sigo contando esto me suda mi cuerpo y tengo una extraña sensación como si realmente me hubiese sucedido)
Era increíble que a esas horas no hubiese nadie en aquella calle salvo los ya mencionados, sinceramente ya me estaba dando por vencida de tanto correr y creer que mi destino ya estaba dicho.
Casi al llegar a la esquina un auto aparece de pronto con la puerta trasera abierta invitandome a subir, no pude ver al conductor y tampoco miré atrás para ver la cara del regordete después de la escena que acababa de aparecer en ese instante, solo subí y el auto arrancó.
Si, me había salvado ¿Quién fué? No lo sé, pero no voy a negar que fué super oportuno e incluso llegué a creer que quién me salvó fué José, pero creo que eso no importa considerando que solo fué un sueño, lo único que si puedo decir es que después de subir al auto desperté sudando, tal y como me está ocurriendo en este momento pues fué un momento lleno de tensión y nervios por el descenlace final.
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