Desde que ví por primera vez a Rafaella Carrá por la televisión quedé estupefacta y eso que aún era una pequeñita (un pedazo de dulzura) y a pesar de ello me gustaba emular sus pasos de baile.
En ocasiones (muchas) me he dicho a mi misma que las personas que te caen bien desde un primer instante llegan a ser la influencia buena o mala en tu desarrollo y la verdad a estas alturas no lo dudo.
En mi habitación me encantaba escuchar sus temas: "Fiesta" "Hay que venir al sur" y "caliente caliente" los cuales se convirtieron en mis favoritos tanto oyéndolos como bailándolos.
Me hace gracia cuando recuerdo mi niñez dando pasos de baile pues debo resaltar que mis padres ni nadie de mi familia sabe bailar, en cambio a mí me encanta pues forma parte inherente de mi personalidad divertida.
Otro de los temas hermosos que me encantaba era el romántico: "No se vivir sin ti" pues era realmente al punto y al grano, incluso con ese matiz cortavenas que logra que te sumergas en un mágico mundo lleno de innata devoción al ser amado.
El algún momento en mi niñez me decía a mi misma que quería ser como ella cuando creciera, así, bailando, disfrutando y sin temor a un auditorio en el cual pudiese desplazarme con o sin acompañantes.
Claro que, en la actualidad puedo hacer eso, pero bailar en público no sé aunque quien sabe pues a estas alturas de mi vida los retos ya no me parecen complicados.
Lo único que si no tengo a diferencia de Rafaella es su innegable belleza y performance, pero me digo a mi misma que lo importante es tener buen corazón y por último la diversión está asegurada si lo disfrutas.
Te recordaré siempre con mucho cariño Rafaella, pues aunque parezca mentira gracias a ti me encanta el baile y lo disfruto tanto como tú lo hacías en tus shows.
Si fuiste una influencia para mí, pues si y no existe nada ni nadie que pueda sentir tanto agradecimiento como yo por haberme convertido en la persona que soy hoy.
Por eso siempre diré:" Explota, mi corazón" por ti.
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