¿Quién no le tiene temor a los dentistas?
Yo levanto la mano rápidamente como si estuviese en una gran aula con muchos alumnos.
Desde pequeña les he tenido terror porque una vez en cierto consultorio uno de los doctores me miró con cara de asesino, claro no sabía cómo me iba a tratar pero estaba tan serio él que yo pensé que me trataría como un bruto.
Además, había oído que el doctor era un poco tosco y los pacientes preferian tratarse con su esposa, la doctora.
Aquella vez le cogí pánico y solo quería que me viera la dentadura la doctora.
Mi dentadura no era muy buena si me refiero a como la trataba y es entonces que decidí hacerme un examen total pues deseaba hacer un cambio que manifestara que aparte de vencer mi máximo temor cambiase mi apariencia.
Para quienes han visto mis fotos justo antes del 2020 se darán cuenta que salgo sin sonreír, pero apartir de ahí lo puedo hacer con naturalidad. ¿A qué se debió el cambio?
Yo necesitaba un odontólogo que me brindara confianza pues a lo largo de mi existencia me había topado con dentistas centrados más en las ganancias que le aportaban tanto la consulta como los tratamientos.
Y entonces una Sra. que se mudó a fines del 2018 muy cerca a donde vivo me proveyó el teléfono del consultorio de un buen doctor.
Cualquiera puede decir buen doctor a su médico pero yo tenía que convencerme de eso.
Desde la primera vez que nos vimos y me examinó sentí que aquel era un buen doctor tal y como lo afirmaba mi vecina.
Acordó un monto fijo para todo el tratamiento que dependiendo de mi se llevaría a cabo con éxito en poco tiempo.
Pero lo último y más importante tendría que llevarse a cabo en octubre del 2019 para mis vacaciones acudiendo a las citas de manera interdiaria y el toque final concluyó en la quincena de diciembre del 2019.
La primera vez que sonreí normal después de aquella fecha lo hice con lágrimas en los ojos pues a pesar de haber hecho un cuantioso gasto la verdad valió la pena y sería bastante absurdo decir que me dolió el gasto, sinceramente si alguien me dijera que todo esto es un sueño volvería a gastar 2 o tres veces lo mismo sin importarme la incomodidad de la consulta.
¿Que contribuyó a todo este cambio?
Creo que fueron 2 factores:
Mi determinación a dar fin a algo que yo anhelaba hacer hacia mucho tiempo atrás y la confianza y paciencia que me impartió el doctor.
Desde el primer instante que aquel doctor me examinó fuí transparente con él en decirle que me daban terror los dentistas y que lo más probable era que en el proceso me encontrase muy nerviosa.
Lo único que si le pedí encarecidamente era que me tuviese MUCHA PACIENCIA.
Recuerdo cuando después de decirle esto la primera vez me dijo:
-¡Paciencia tengo de sobra!-
De allí en adelante todo fué fácil e incluso me olvidé que era un doctor pues conversabamos de todo un poco y la verdad él parece mi vecino de al lado.
Ya casi finalizando mi tratamiento me dijo:
¿Y dónde se quedaron los nervios de la Patty que conocí?
Yo reía con toda la emoción de una niña a la que le dan su primer chocolate después de haber recibido una inyección.
-En realidad de no ser por toda su paciencia y la confianza que me dió, todo esto de lo cual estoy muy feliz hoy no hubiese sido posible, síempre le voy a estar agradecida.- le decía con una calma que a mí misma me sorprendió pero fuí muy sincera.
Hoy tuve una cita con él y sigue siendo tan buena onda cómo hace más de un año atrás pues con todo esto de la pandemia no había podido acudir a mi chequeo.
Después de rociarme alcohol misma cucaracha fumigada me dijo:
-Hola Patty, he visto tu foto de perfil, ¡estás muy bonita con tu nueva sonrisa!
Me quedé muda y luego de reaccionar le dije:
-Si, salgo bien-
Gracias a Dios me da toda la confianza para hablarle con detalle y eso hace más fácil cualquier chequeo, incluso me proveyó un tip para cuando alguien extraño ingresa al hogar, como el del gas y me dió una solución que tengo que comprar para usarlo como alcohol y que incluso puedo usar como ambientador y así eliminar cualquier virus si es que se diese el caso de que alguien de fuera ingresase al hogar por equis motivos.
No es que de un tiempo a esta parte haya cogido un amor por los dentistas, pero al menos éste me da todo lo que necesito.
¡MUCHÍSIMAS GRACIAS DOCTOR!
Comments