Desde pequeña siempre me ha gustado dibujar y de algún modo estoy intentando mejorar, cosa que no es muy fácil pero al menos me animo comparando un dibujo con otro.
La curiosidad por el dibujo me viene desde los 7 u 8 años cuando una amiguita dibujaba algunas muñequitas sin rodilla (recordarlo me hace volver a aquel momento de pupitres, cuadernos, profesora, ventanas, risas, borradores, lápices y mucha bulla (la imaginación tiene la fórmula mágica de hacernos retroceder en el tiempo)
Veía como las hacía y al llegar a las piernas yo hacía un gesto de enfado al ver como malograba las piernas de la pobre muñeca, acto seguido agarraba el papel y el lápiz e intentaba arreglar lo que al dibujo le faltaba.
Parecía que a Janet (mi amiga de entonces) no le importaba mucho que hiciera aquel arreglo.
En realidad para la edad que tenía me daba cuenta que era muy observadora pero me parecía raro que ella no viera lo que yo.
Pasado algún tiempo mis compañeros del colegio me pedían que les dibujase algo porque obviamente había materias en las cuales pedían un dibujo añadido.
Pasé por momentos de roche cuando mostraban mis dibujos a otros alumnos incluso de más edad que yo y lógicamente para ese momento estaba sonrojada de la vergüenza o algo asi.
A los 19 años mi papá me matriculó en un instituto para intentar mejorar la técnica pero de algún modo aunque me ayudó no fué suficiente, incluso postulé a las Bellas Artes pero no ingresé.
Para mí es más fácil sombrear bodegones que personas, pero sinceramente si digo que lo mío son los rostros porque me gusta pues en eso justamente es en lo que tengo que mejorar.
Con el tiempo me di cuenta que mis pintores favoritos eran "favoritos" no sólo porque me gustara la pintura sino porque me gustaba las pinceladas que habían dado, los tonos y las mezclas y como se notaba también el temperamento que aquellos hombres tenían, no sé, incluso sentía que al ver una pintura y hacer un acercamiento podía ver el interior del pintor.
Vincent Van Gogh es mi preferido y siempre lo será entre todos los humanos del planeta, pues me identifico mucho con él por su sensibilidad al quedar plasmada su identidad, su forma de ser en cada una de las piezas hechas por él.
Me hubiese encantado que el propio Van Gogh me enseñase sus técnicas de dibujo y pintura, ya me lo imagino embarrado de pintura y yo ni que decir y el lugar donde nos encontremos pues todo sucio, con papeles, pintura, pinceles, otros lienzos, con tazas de café, refresco, botellas vacías de algún delicioso licor y el basurero pues ni hubiera porque todo el espacio sería el basurero más amplio.
Ya me imagino yo con mis ocurrencias y él intentando plasmar algo bacán pero por la risa provocada por mí obviamente, me pediría un millón de veces que me calle porque no podría avanzar con aquel pedido por un cliente extravagante, pues para ese momento sería un pintor famoso, renombrado y con miles de soles en su cuenta como resultado de tan bellos trabajos.
Claro, al final de tanta chamba le sugeriría ir a comer un pollito a la brasa y ambos pediríamos parte pecho porque la pierna es muy chica y con el hambre que nos llevó hasta allí pues pediríamos doble porción de papas para cada uno.
Me encanta imaginar las cosas, pero más me hubiese encantado conocerlo en persona pero por sus técnicas claro.
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