¿A quien no le gustan las sorpresas?
Pues, a mi simplemente me encantan y es que en la tarde de hoy mientras atendía a un cliente, una señora miraba las vitrinas de afuera (bueno, a mi me pareció una señora), luego entró y miró através de la vitrina del interior y me preguntó por un dije, yo le indiqué si el que quería era el que en ese momento estaba tocando y viendo su precio detrás le dije que costaba 218 soles, después de eso aquella Sra. se me quedó mirando y yo sin decir nada miré a sus ojos y ¡oh sorpresa! No podía creerlo y luego casi grité: ¿¡Eres tú!?
La voz dentro de aquella mascarilla no era del todo clara pero al ver completa su figura aún con el sombrero puesto supe al fin que era mi queridísima amiga Evelyn.
Que loca esa mujer ¿Cómo rayos la iba a reconocer enfundada así con esa gorra, por Dios?
Una vez que tuve claro que era ella corrí por detrás de la vitrina y la abracé muy fuerte y de la emoción sentí que iba a llorar pero me contuve.
¡Guau! 2 años de no vernos en persona ya que solo nos comunicamos por WhatsApp.
Bueno en realidad verla entera, completa y sobretodo sana me hizo respirar tranquila.
Y es que como ya he contado en otra oportunidad Evelyn es una de las más bonitas personitas que Dios me ha dado la oportunidad de conocer y que incluso ocupe un lugar especial en mi corazón.
Dentro de las cosas que me contó es que toda su familia padeció de Covid19 pero nadie falleció y además de ello ahora trabaja por su cuenta.
Definitivamente hoy fué un día muy especial pues mi amiga así lo hizo, su visita, su risa inconfundible, sus ánimos y cariño dieron a este día lo más especial que uno puede tener:
"El cariño de una verdadera amiga"
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